COAVA_ArquitectosValladolidNº14

20 REVISTA DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE VALLADOLID | SEPTIEMBRE 2020 de la ribera del río al que se ofre- cía. Para ello, uno de los criterios principales consistiría en resolver el programa del edificio con la menor ocupación y altura posible sobre el solar dado, de tal manera que evi- tase también en lo posible el mayor consumo de suelo. A su vez, la necesidad del edificio en constituirse también en filtro o transición hacia el río, necesitaba soluciones constructivas amparadas en conceptos de permeabilidad, me- diante la elección de los materiales, la inclusión de vías pasantes y la li- gereza formal. La superficie total de la parcela era de 13136 m2. Se ocupaba tan solo un área de 2138 m2 en planta, es- casamente un 16 % de la superfi- cie estaba edificada. Además, 3162 m2 se destinaban a punto limpio, parking y tráfico rodado, un 24 % de la superficie total de la parcela. Como resultado, se liberaba un 60 % de la superficie total para apro- vechamiento de la ciudad, bien para formar parte del sistema de parque de la Ribera de Castilla o bien como una serie de huertos sociales aleda- ños al edificio. Un programa como el de ciudad refugio debía estar supeditado al contexto socio- económico en el que se encontrase en ese momento, de- biendo prever que fuese susceptible al cambio tanto de intensidad como de función programática. También, su situación tan próxima al río y a un área de recreo natural como el parque de la ribera parecían reque- rir una construcción ligera y que pudiese ser desmantelable en el fu- turo. Una arquitectura con un carácter versátil o incluso efímera podría ser la respuesta

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