COAVA_ArquitectosValladolidNº14

28 REVISTA DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE VALLADOLID | SEPTIEMBRE 2020 siglo XX. Tenía cuatro naves con- tiguas con cubiertas a dos aguas y un solo nivel. Utilizado en la ac- tualidad como almacén de la uni- versidad, el enunciado proponía su conversión en centro de gestión, formación, y programación cultu- ral compartido por la Seminci, la Cátedra de Cine, y la Film Com- mission. Durante mi tiempo en la UVa ha- bía asistido a varias fiestas estu- diantiles cerca de ese edificio, lo había visto en numerosas ocasiones desde el Paseo del Cauce, y siem- pre lo había ignorado. Así que mi primer instinto fue volver a ese lu- gar familiar y a la vez tan extraño para escrutarlo por primera vez. Una vez allí, dos cosas me llama- ron profundamente la atención, y me hicieron comprender porqué este edificio me había pasado des- apercibido hasta entonces. Hacia el este, el arbolado urbano era denso y ocultaba parcialmente la facha- da. Por otro, existía un desnivel de algo más de metro y medio entre el Paseo del Cauce y el edificio, resuelto mediante un pequeño po- dio que desaparecía hacía el norte, donde el paseo ascendía hacia la Avenida Valle de Esgueva. Instantáneamente supe que este desnivel sería la clave para integrar el edificio en su entorno Por tanto, mi tarea inicial fue trans- formar la plataforma sobre la que se asentaba la fábrica. Hacia el este, esculpí una rampa paralela a la del propio Paseo del Cauce. Esto me permitió ganar 1,70 m de fachada a costa de la plataforma, suficiente para generar un acceso a nivel y una entreplanta en ese extremo del edi- ficio. Hacia el norte, transformé el espacio en torno a la fábrica en una plaza pública. Hacia el oeste, conec- te el edificio con el aparcamiento semienterrado de la UVa. Entusiasmado con el carácter sólido y discreto de la arquitectura semien- terrada, llegué a pensar que aquella operación “topográfica” sería su- ficiente para resolver el proyecto.

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