COAVA_ArquitectosValladolidNº14

30 REVISTA DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE VALLADOLID | SEPTIEMBRE 2020 02 En la nave este de la antigua fá- brica, aprovechando la nueva altura ganada al podio, situé el restaurante-cafetería con vistas al paseo fluvial. Esta operación fue la más compleja del proyec- to desde un punto de vista técni- co. Debía excavar y construir un nuevo muro con múltiples aper- turas bajo la fachada de ladrillo existente. Además de mi tutor, consulté expertos como Marisol Camino y Mariano Benito. Fi- nalmente, encontré una manera técnica y económicamente sensa- ta de realizar esta operación por tramos, con micro pilotes, y una estructura auxiliar de apeo mo- desta y manejable. En el exterior, dos elementos aña- didos reforzaban la integración del proyecto en su entorno: una pantalla urbana que anunciaba su presencia desde la Avenida Valle de Esgueva, y una embocadura que daba acceso y visibilidad al edificio desde el Paseo del Cauce. Convencido de que debía entregar mi proyecto en primera convoca- toria (junio), decidí presentarlo de una manera sencilla pero precisa. Recurrí a los tonos grises y a la línea. Me divertí dibujando y dibujé mucho, pero sólo lo que consideré imprescindible Renuncié a contratar especialistas para los renders, práctica muy ha- bitual entre los proyectos fines de carrera. El tribunal agradeció esta simplicidad y fue tremendamente generoso con su valoración de mi trabajo. El Proyecto Fin de Carrera es un gran reto para cualquier estudian- te, y para muchos, una experiencia amarga. Yo tuve la suerte, el apo- yo, y (pienso) la actitud necesaria para llegar a buen puerto. Recuer- do el día de mi presentación pú- blica como uno de los momentos más felices de mi vida

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