MEMORIA DE ACTIVIDADES 2022 - XXV ANIVERSARIO MIGUEL ANGEL BLANCO

13 Memoria 2022 • 2 5 A N I V E R A R I O QUÉ PASÓ Se cumplen 25 años del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. 25 años de aquellas 48 horas de julio de 1997 en las que España entera estuvo pendiente del destino de un joven de 29 años, concejal del Partido Popular en Ermua, y que son recordadas por millo- nes de españoles con emoción, por lo vivido y sufrido, con indignación ante un asesinato a cáma- ra lenta y con reprobación ante un crimen terrorista que por sus especiales circunstancias desató un clamor social contra ETA tras casi 30 años de imposición totalitaria y 777 víctimas mortales. ETA exigió al gobierno de España el acercamiento de todos sus presos a cárceles del País Vasco, si no se cumplía este chantaje asesinaría a Miguel Ángel Blanco en 48 horas. Cuando se conoció la noticia de su secuestro los vecinos de Ermua salieron a las calles, acompañaron a la familia, mantuvieron las movilizaciones mañana, tarde y noche, llenaron las calles de fotos y carteles de Miguel Ángel. Sintieron que ETA estaba atentando contra ellos mismos y respondieron, al chantaje: con valentía, con firmeza, con determinación. Esta marea de indignación popular por la amenaza de muerte a Miguel Ángel se extendió por toda España. Miles de concentraciones, manifestaciones y actos se sucedieron los días 10, 11, 12 y 13 de julio. Las imágenes de aquellos días son inolvidables. Millones de españoles partici- paron en las movilizaciones y estuvieron pendientes de los medios de comunicación. Los ciu- dadanos exigieron a ETA que no asesinara a Miguel Ángel y lo liberara. El gobierno de España, la oposición, todas las instituciones, y la mayoría de la sociedad civil NO cedieron al chantaje y demostraron unidad, como nunca antes, como nunca después. Ciudadanos y partidos políticos de derechas, de izquierda, nacionalistas, no nacionalistas, se manifestaron unidos exigiendo la libertad de Miguel Ángel Blanco. Solo se quedó fuera Herri Batasuna, brazo político de ETA. Los ciudadanos, de una forma clara y decidida marcaron una línea divisoria entre demócratas, todos los que repudiaban la tortura a la que ETA estaba sometiendo a Miguel Ángel y a su familia, y los que no la condenaban. En las calles se gritó: “Sin pistolas no sois nada”; “vascos sí, ETA NO”; “ETA y HB, la misma cosa es”. En esas 48 horas fuimos libres y dignos, nos rebelamos cívicamente contra la tiranía de ETA y por primera vez, ETA y su entorno se sintieron acorralados. El 12 de julio, a las 48 horas, cum- plieron su amenaza asesinando a Miguel Ángel. No pudimos salvar la vida de Miguel Ángel, pero defendimos nuestra dignidad y exigimos la aplicación del Estado de derecho para derrotar a la banda definitivamente. Nació el Espíritu de Ermua.

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